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Misiones de Invierno: llevando la esperanza de Cristo al país

Durante las vacaciones de invierno, más de 500 estudiantes de Duoc UC misionarán en 18 puntos del país, llevando a Cristo a través del testimonio, la alegría y el compromiso comunitario.

Desde El Molle en La Serena hasta Cochamó en Los Lagos, grupos de estudiantes de Duoc UC se desplegarán durante las Misiones de Invierno 2025 para compartir su fe, servir a las comunidades locales y vivir una experiencia transformadora tanto espiritual como humana. La actividad, impulsada por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, busca responder al llamado misionero con acciones concretas y con un fuerte énfasis en el anuncio del Evangelio.

“El foco principal es la comunión con la gente, poder entregar a Cristo en cada uno de los rostros de nuestros jóvenes hacia la comunidad del lugar”, señala Camila Celedón, gestora pastoral de la sede Plaza Norte. Su comunidad misionará en una zona donde trabajarán especialmente con niños que se preparan para recibir su Primera Comunión. “Queremos dejar una huella profunda en ellos, para que ellos mismos puedan generar comunidad. Vamos con ese fuego encendido, con el deseo de anunciar a Jesús desde lo más sencillo”, agrega.

Además del trabajo espiritual, los jóvenes realizarán talleres, acompañamiento y diversas actividades que buscan fortalecer el tejido comunitario. Sin embargo, el corazón de la misión está en el encuentro: entre los estudiantes, con las familias que los acogen y, sobre todo, con Jesús.

Desde Puerto Montt hasta el norte de Chile: una red de evangelización

Uno de los destinos más australes será Cochamó, en la Región de Los Lagos, donde llegará un grupo de estudiantes de la sede Puerto Montt. Su gestor pastoral, Nicolás Meriño, explica que la elección de los lugares responde a las necesidades de la Iglesia local: “Muchos de estos sectores no tienen tantas actividades nuevas por eso la llegada de nuestros estudiantes es como una explosión de alegría”.

En ese lugar, además de la misión evangelizadora, los jóvenes pondrán al servicio de la comunidad los talentos de sus respectivas carreras. Estudiantes de distintas escuelas, como Salud, Ingeniería, Administración y Construcción, participarán con operativos, talleres y servicios que respondan a necesidades concretas de los habitantes. Sin embargo, el verdadero valor está en el sentido con que se hacen: “Esto no es solo una actividad de invierno, es una verdadera experiencia de transformación personal y comunitaria”, concluye Nicolás.

Un fuego que no se apaga

Las Misiones de Invierno 2025 abarcarán 18 zonas, 8 regiones y 10 diócesis, con una cobertura territorial inédita en esta edición. En total, más de 1.500 kilómetros serán recorridos por los equipos misioneros, que llegarán a localidades como Mallarauco (RM), Peralillo (O’Higgins) y El Molle (Coquimbo), entre muchas otras. Cada sede se prepara con encuentros previos, formación espiritual y jornadas de comunidad para que la experiencia misionera sea vivida con sentido y profundidad.

“¿Qué ganan nuestros alumnos?”, se pregunta Camila. “Un corazón contento, un encuentro genuino con Cristo, volver con la llama viva en el corazón. Muchos de nuestros jóvenes jamás habían vivido algo así, nunca se habían acercado a la Iglesia hasta que conocieron la Pastoral. Les mostramos un Jesús que es tan como nosotros, que se entrega desde su vulnerabilidad y desde el amor. Esa es la experiencia que queremos que vivan”.

Las misiones son, en palabras de quienes las lideran, una oportunidad para formar comunidad, fortalecer la fe y vivir el Evangelio con alegría. En cada pueblo, en cada misa, en cada conversación sencilla, los estudiantes llevan mucho más que conocimientos o servicios: llevan esperanza, fraternidad y el rostro cercano de Cristo.